viernes, enero 04, 2008

Iglesias

Admiro las iglesias, catedrales y demás monumentos eclesiásticos antíguos, de verdad lo hago. Me parecen edificios magníficos demostración de la capacidad constructiva del ser humano y de la condición esclavizadora de la Santa Madre Iglesia. Lo que no acabo de entender es por qué en pleno siglo XXI sigue habiendo curas dentro.

Oh, es cierto que sus antepasados curas atesoraban esos edificios porque, o los habían pagado, o eran el producto de los regalos de algún cínico e inculto noble, siempre dispuesto a pagar su absolución exprimiendo un poco más al vulgo.

Pero digo yo... esos edificios tienen que ser caros de mantener, ¿no? Quiero decir, cada pueblo por remoto que se encuentre tiene, además de un bar, una iglesia. Ésas son muchas iglesias que mantener y no nos olvidemos que el cepillo ya no es lo que era en épocas más oscuras. Menos mal que para éso está Papá Estado inyectando cada año 30 millones de Euros a las arcas católicas y concediendo la posibilidad de que los fieles destinen un 0,5239% a la sacrosanta institución -si marcan la casilla (in)correcta- en sus declaraciones de la renta anuales.

Y digo yo, si la iglesia no es capaz de autofinanciarse ¿por qué tengo que pagar (indirectamente, con esos 30 kilitos de nada) yo los sueldos de esa gente? ¿No sería más lógico que los creyentes católicos pagasen una cuota para mantenimiento, sueldos y demás directamente a San Pedro y Cia? Yo pagaría gustoso el porcentaje y algo más para mantenimiento de los edificios siempre que los mismos se destinasen a bibliotecas, centros de ocio o cualesquier uso laico que considere la administración necesario. Éso sí, que se lleven los muebles cuando cierren la puerta.

La paquidérmica iglesia tiene una estructura absurdamente inmensa para la cantidad de fieles que atesora (y atesorará), y que tengamos que pagársela los españoles me parece todavía más estúpido.


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