lunes, mayo 15, 2006

Tenía que haber una explicación

Alguien al fin ha conseguido descifrar ese enorme (inmenso, diría yo) misterio que nos flagelaba con aprensión cada noche cuando los machotes como yo nos introducíamos en la cama de alguna mujer de buen ver.
Dramatización:
"¿Qué demonios me está diciendo esta chica? Quieto, focaliza, escúchala a ver si esta vez aguantas despierto hasta el temita. Puff, y aún tengo dos encuestas por hacer y las prácticas del miércoles. Joder, soy un mamón machista, escúchala coño."

Bien, nunca más volveremos a sentirnos culpables, existe una razón para este machismo recalcitrante, esta dejadez nauseabunda, y la respuesta está aquí:

http://www.elsemanaldigital.com/fdi/arts/12111.asp

Menos mal que existen los científicos. Esa gente con gafas y tan inteligente que a veces asusta con sus "descubrimientos" pasados de rosca.

PD: Lo de arriba es una dramatización, yo escucho mucho a mi chica. :D

miércoles, mayo 10, 2006

Yamato

Corría el año 1937 cuando los japoneses, tras tres años de cálculos, experimentos y diseños, comenzaron por fin a construir los barcos más poderosos jamás creados hasta la fecha: Los acorazados de la clase Yamato. Estos leviatanes eran mucho más grandes, más duros y mejor armados que cualquier acorazado contemporáneo a ellos; capacitados para destruir las flotas enemigas como si de insectos se tratase y sembrar el terror en la marina de los EEUU con la que, aún entonces, no sabían a ciencia cierta que entrarían en guerra.

Fue un sueño del emperador nipón venido abajo aún antes de que fueran botados... pero esa es otra historia.

El Yamato del que vengo a hablar hoy es algo completamente distinto. La compañía de percusión Yamato es un grupo japonés que actualmente se halla actuando en el teatro Albéniz de la capital, y que dejará de hacerlo en unos días. Hoy decidí que iría a verlos.

Una llamada de teléfono y la promesa de que la invitaba al espectáculo convencieron a Aurich de seguirme pese a sus primeras reticencias (ella invitó a la cena, no os penséis que soy tan caballeroso), así que a las 20.30 estábamos puntuales sentados en nuestra butaca del bonito teatro madrileño cuando se alzó el telón y comenzó el ESPECTÁCULO.

Bueno, como siempre que intento describir algo musical que me llena la primera palabra que me viene a la mente es: Indescriptible. Los movimientos, a medio camino entre el tai-chi y artes marciales más rápidas, combinados con ese hormigueo, ese acelerar del corazón que se siente cuando un ENORME timbal hace reverberar TODO el patio de butacas, o cuando los artistas tocan a velocidad endiablada los tambores más "pequeños" que llevan encima, o cuando el juego de luces únicamente ilumina una zona del escenario en el que hay un genio tocando un solo pero sabes, sientes, que hay mucho más en la penumbra, o cuando...

Definitivamente indescriptible.

PD: Sí, para los que os lo preguntáis, Aurich se durmió cuando comenzaron a tocar unas especies de harpas y la percusión bajó el volumen. Pero pegó un bonito respingo en cuanto volvieron los tambores.
PD2: Yamato - The drummers of Japan - Emule Link
PD3: Vídeo demostración que aparece en su web