martes, febrero 01, 2011

Asco de vida

Durante el pasado mes de enero, Polyphony Digital puso en marcha un torneo para los poseedores de la edición exclusiva de Gran Turismo entre los que me encuentro. En el videojuego que nos ocupa existen dos modos de juego, uno en el que tomas el control de un coche y otro en el que tomas el control de una especie de escudería. Tienes una serie de pilotos, los vas mejorando, compites y vas ganando dinero, premios, etcétera. El torneo se disputaba sobre esta segunda variante y su premio era un Mercedes SLS AMG de carne y... vamos, de metal. No virtual. De los que cuestan 180.000 euros.

Durante la primera quincena del mes entrené a mis BOB's (como llaman los yankis a los pilotos, no me preguntéis por qué) sin excesivo entusiasmo. Viendo los tiempos que mis competidores hacían en las distintas pruebas puntuables, me parecía utópico alcanzarles a esas alturas. Así que en esas estaba yo, jugando con desgana sin tener muy claro si dedicar tiempo o pasar, cuando hice un gran crono en uno de los tramos. "¿47 de unos 1000? Oye, igual aún hay alguna posibilidad" Pensé.

Así que eché cuentas, puse a mis conductores un régimen extremo de entrenamiento y con ayuda de mi chica (gracias!) me puse a la tarea de mejorarlos lo máximo posible hasta el día 31 que terminaba la competición. Los resultados no se hicieron esperar demasiado y transcurrida una semana estaba dentro del top 50 en todos los tramos puntuables. A escasos segundos de los puestos de cabeza.

En ese momento decidí forzar la máquina y dejar la consola conectada 24/7 con los pilotos conduciendo. Las noches no eran problema pues existen pruebas de resistencia en las que mis pilotos podían correr sin supervisión 7, 9 o incluso 24 horas seguidas. Iba a ser complicado, pero si medio desganado había conseguido un puesto 50, podía conseguirlo.

Hasta que llegó el jueves 27 y llegué a casa.

Cinco días consecutivos compitiendo, sin salir de la carrera para ahorrar tiempo, a tomar por saco.

Uno de mis gatos había vomitado sobre una regleta de la casa provocando un cortocircuito. No había guardado la partida desde el domingo. Ni que decir tiene que en esos 5 días, 50 jugadores me habían rebasado.

:]