jueves, noviembre 26, 2009

Patrón Vs Obrero 2.0

- ... y cuando lleguéis a casa hacéis el documento de PV's de la semana, que tiene que estar para esta tarde.

- No se curra en casa, en casa se come comida mora y se descansa.

- Joder Luis, hay que arrimar el hombro que vamos mal de tiempo.

Encima de puta, puteada.

lunes, noviembre 23, 2009

Marruecos - Llegada

El aterrizaje fue brusco, sin duda una analogía bastante exacta de lo que ocurriría unas horas más tarde. El avión descendió sobre el aeropuerto internacional de Casablanca como si no tuviese otra opción que hacerlo: sin gracia, por inercia. Un curioso taxista nos recogió en el aeropuerto llevándonos por la oscura autopista que comunica la ciudad con Rabat. Una hora y media más tarde aparcaba mi maleta en la habitación del piso alquilado por mi empresa en la capital de Marruecos. 200 metros cuadrados en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, a 100 metros de la central del departamento de informática de la policía marroquí. Un mensaje a mi bicho, y a dormir. Era la una de la mañana en España, las 0.00 en Rabat.

Hoy, mientras escribo esto, llevo una hora escuchando a un grupo de informáticos marroquís hablando (en francés) en una reunión en la que se supone que yo soy el director de equipo. Es un poco surrealista que no haya dicho nada desde que la cosa empezó, pero es más surrealista aún que sea el jefe de equipo y no tenga ni zorra de lo que va el trabajo. Creo que mi caradura es lo único que me impide descojonarme vivo.

Cuando esto acabe, tendré que reunirme con el cabecilla del grupo e intentar enterarme de en qué consiste nuestro trabajo. Es lo que se denomina comerse un brown. Tengo dos semanas por delante para hacer que un equipo que no conozco saque adelante un trabajo que me suena de oídas... pero soy optimista: por muy mal que salga la cosa nadie podrá recriminarme nada.

Desde Rabat, seguiremos informando.

jueves, noviembre 19, 2009

2012

Maravilloso comentario hallado en filmaffinity al respecto de la nueva película (¿?) de Roland Emmerich, 2012.

Roland Emmerich y su amigo Harald Kloser II: Las Dos Pelis

Está sonando:


lunes, noviembre 16, 2009

Paracuellos


Estoy leyendo "Anatomía de un instante" de Javier Cercas (el mismo autor del pasable -a mi entender- "Soldados de Salamina") un libro que trata el golpe de estado ejecutado contra la joven democracia española el 23 de febrero de 1981. El libro es muy recomendable, tratando en uno de sus capítulos de uno de los tres diputados que no se escondieron bajo sus escaños durante la toma del congreso: Santiago Carrillo. Cercas pasa de puntillas sobre la mayor parte de los aspectos de su vida para darnos una idea global del personaje y encuadrarlo así en el momento (en el instante) del golpe.

Uno de estos momentos vitales son los asesinatos de Paracuellos del Jarama.

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Estoy leyendo "Anatomía de un instante" de Javier Cercas (el mismo autor del pasable -a mi entender- "Soldados de Salamina") un libro que trata el golpe de estado ejecutado contra la joven democracia española el 23 de febrero de 1981. El libro es muy recomendable, tratando en uno de sus capítulos de uno de los tres diputados que no se escondieron bajo sus escaños durante la toma del congreso: Santiago Carrillo. Cercas pasa de puntillas sobre la mayor parte de los aspectos de su vida para darnos una idea global del personaje y encuadrarlo así en el momento (en el instante) del golpe.

Uno de estos momentos vitales son los asesinatos de Paracuellos del Jarama.

Conocía vagamente el episodio anterior y la mención y acercamiento de Cercas al mismo consiguió que me picase la curiosidad ocupando parte de mi tiempo libre en leer algunos extractos de ensayos tratando el tema. Hace 73 años, el 6 de noviembre del 36, el ejército franquista se encontraba a las puertas de Madrid. El frente entonces estaba establecido en el oeste de la capital, en concreto en la línea imaginaria que une la Casa de Campo, el Parque del Oeste y Ciudad Universitaria. Al borde de esa línea, en el solar que actualmente ocupa el edificio del ejército del aire en Moncloa, estaba la antígua cárcel modelo, ocupada entonces por varios miles de presos franquistas, militares sublevados, eclesiásticos y burgueses acusados de apoyar a los golpistas. Las llamadas matanzas de Paracuellos fueron los fusilamientos sistemáticos de estas personas.

La situación entonces en Madrid es muy confusa. El gobierno de la república acaba de evacuar la ciudad con destino a Valencia por temor a la inminente caída de la capital y los nombramientos se suceden con rapidez. El general Miajas es el nuevo presidente de la Junta de Defensa de Madrid y Santiago Carrillo, con 21 años, director de orden público. Durante los siguientes tres días alguien da la orden de comenzar a trasladar los presos de la modelo a cárceles más hacia el interior del territorio dominado por la república. Es entonces cuando algunos de estos buses no llegan a su destino. A mitad de camino, cerca de la localidad de Paracuellos, los buses son desalojados y los presos fusilados, enterrándose sus cuerpos en fosas comunes excavadas a tal efecto.

Desde hace cincuenta años la extrema derecha ha querido inculpar a Santiago Carrillo como el dedo ejecutor de esa horrible página de la historia de la defensa de Madrid. Y digo cincuenta porque hace más o menos esos años, Carrillo pasó a ser presidente del Partido Comunista en el exilio. Sin embargo, la verdad es que nadie sabe a ciencia cierta quién fue el que firmó la sentencia de muerte para esos miles de presos. Lo más probable, según los ensayos de Gibson y Cervera, es que las órdenes fuesen aprobadas por miembros de peso dentro de las JSU y del CNT a raíz de las sugerencias de los agentes stalinistas soviéticos desplazados a la capital de España. Gibson, sin embargo, no duda de que Carrillo supo en algún momento lo que estaba ocurriendo y que lejos de intentar frenarlo hizo la vista gorda. Supongo que es lo más probable, cuando la artillería y aviación enemiga están acosando la ciudad que se supone proteges causando cientos de muertos cada día, tiene que ser imposible mantener la cordura.

jueves, noviembre 12, 2009

Digresión

- Es como un vals - me dijo - fuerte en el primer tercio, que luego se diluye.
- Entiendo - dije, sin entender realmente nada.
- Así que lo único que tienes que hacer es aguantar el tirón inicial y luego el pez es tuyo.

Busqué refugio en mi copa pero estaba vacía.

- Voy a echarme otra.- dije, señalando el vaso.
- Claro tio, a ver si te vienes algún día.
- Sí, sí, lo vemos.

No conocía de nada al hombre que se había puesto a hablar conmigo, de hecho, no conocía a nadie de los presentes. Fui hasta la barra y busqué el whisky, pero esta cuadrilla de abstemios sólo tenían licores suaves. Me eché un vaso de licor de granadina.

De pronto, la botella se me escurrió de las manos y cayó al suelo rompiéndose su fondo. Me agaché a recogerla y lo vi claro: los dientes como sierra de lo que antes había sido un redondeado fondo de cristal goteaban con un líquido rojo sangre. Me erguí y...

- ¿Y?
- Y le juro señor agente que no recuerdo nada más.