Pongamos que...

...existen unas cuantas personas, a cada cual más interesante. Supongamos también que R está con S, T con U, W con Z y, por avatares de la vida, R y V se encuentran con T y W.

Hasta aquí todo bien (recomiendo hacer un esquema con lo dicho hasta ahora para no perderse), así que compliquémoslo un poco más:

Aparecen en escena X e Y, que también están juntos. Por supuesto también aparecen C y K, que nadie sabe exactamente qué están haciendo en este embrollo y ni tan siquiera por qué los nombro ya que forman parte del decorado.

Unas sangrías después la situación se recompone: T deja de estar con U y W con Z. W y V buscan la tienda de submarinismo más cercana, Y se deja el sueldo en pañuelos y teléfonos y X y R desaparecen de la escena apareciendo en un lugar muy lejano.

Unos días más tarde, todos excepto Y dejan de estar en el lugar de la explosión, R deja de estar con S y a T se le iluminan los ojos mientras suda como un pollo.

Pongamos que... hablo de Madrid.

Está sonando: Joaquin Sabina - Pongamos que hablo de Madrid

Reflexiones en una calurosa tarde

Hace unos cuantos años, a la tierna edad de ¿11?, visitaba con frecuencia a mis familiares en su casa de veraneo situada en la costa coruñesa. Ya entonces había tenido experiencia en lides de oscura procedencia, no en vano era fan incondicional de He-Man y los Lego medievales, pero fue en aquel escenario en el que conocí los RPG en su versión El señor de los anillos (la edición de JOC Internacional).

Lo trajo mi primo de Madrid con una gran sonrisa en la cara y allí mismo, con la desconfianza del que nunca ha jugado pero la ilusión de un niño que le ponen delante un juego que promete, nos planteó una partida. Luego vinieron más juegos, más libros, más cultura, más relatos, más mundos y un interés latente presente en mayor o menor medida en mi ocio y vida.

Muchos consideran lo que acabo de contar como un aspecto friki de mi personalidad. Sin duda lo es. Me gustan muchísimas más disciplinas que las que abarcan los juegos mal llamados "frikis", y bajo mi punto de vista el friki es el que se obsesiona con algo hasta el punto que su vida se resume a ese algo, ya sea música clásica (melómanos) o Star Trek (trekkies), pero no puedo negar que me gusta D&D, Cthulhu o (ya va Kobbie, ya va) Battletech.

Está sonando: Manowar - Swords in the Wind