jueves, enero 31, 2008

Homo Estupidus Musicalis

Hoy voy a hablaros de esa especie que se está convirtiendo en excesivamente común en la jungla madrileña: La de los tarados musicales.

Hablo de aquellos que, creyéndose los reyes del mambo, ponen sus estúpidos politonos horteras sonando por la calle (gilipollas), en el bus (más gilipollas) o en el metro (súmmum de la gilipollez) con el altavoz de su estúpido aparatito activado. Los muy cretinos, creyéndose que la gente apreciará su mierda de sonido, su mierda de música y su mierda de móvil, deciden ensordecernos con las melodías más putrefactas (en el sentido amplio de la palabra) haciéndonos tragar con ellas no nos gusten o las aborrezcamos.

Pareceré anticuado, pero ¿qué falta de respeto es ésa que hace que no se den cuenta de que están molestando? Y lo hacen y mucho. Dificultando la lectura a cualquiera que se encuentre en su radio de acción, la escucha de la propia música mediante cascos o incluso la comunicación cuando te encuentras cerca del foco de infección.

Incluso los "artistas" del metro me parecen más soportables. Al menos hacen de su música su modo de vida (o de sacarse unas perras, que para el caso...). Es cierto que también se entrometen y a mí me joden sobremanera debiendo aumentar el volumen del reproductor o cesando mi lectura, pero al menos persiguen un objetivo... ¿Qué objetivo persiguen los otros imbéciles? ¿Molestar? ¿Hacerse notar? ¿Tocar los huevos?

Los odio. Punto.

Está sonando:



3 comentarios:

yacky dijo...

Estoy muy de acuerdo con este tema, yo creo que lo unico que pretenden es hacerse notar, y fastidiar al resto del mundo, son una panda de palurdos!!.

un beso.

La nuit dijo...

Es increíble la falta de empatía que existe en nuestra sociedad en los últimos tiempos, algo de lo que hemos hablado tantas veces que no voy a profundizar más en ello ahora :P

Recuerdo una tarde en el metro, no hace mucho (fue ayer de hecho :D ), dos chicas estaban sentadas y en el móvil de una de ellas sonaba una de esas musiquillas infernales mientras conversaban animadamente, surgió la pregunta de qué necesidad tenían de ir escuchando dicha melodía en ese momento y ninguno supimos qué contestar. Es desconcertante, cuanto menos, como si necesitaran el ruido de fondo para ocultar que, en realidad, no tienen de qué hablar o que les asusta el silencio con la otra persona o qué sé yo... A veces lo escuchas de un lado al otro del andén, tal es el volumen, y te desesperas (yo me desespero)

He de añadir, además, otro caso que a me lleva al límite de mi tolerancia: los vecinos desconsiderados (incluyendo aquí también a los compañeros de piso que deciden que las diez de la mañana de un domingo es una hora adecuada para poner música techno) Esos vecinos que a las siete de la mañana de un miércoles (O_O) te despiertan con “alegres” rancheras, porque creen que a esa hora todo el mundo está tan despierto como ellos o camino del trabajo ¡Hay amiguitos, qué equivocados estáis! Algunos a las cinco y media ya estamos en pié, pero otros no tienen esa mala suerte y aún les gustaría disfrutar de unas pocas horas de sueño más antes de tener que enfrentarse a la dura rutina diaria (¿o no? :*)

Vaya, últimamente mis comentarios son casi tan largos como post... Debería contenerme, pero es que tocas temas candentes y se me van los dedos al teclado, es inevitable.

P.D.(Cambiando de tema): Debería estar prohibido trabajar en fin de semana, sobre todo en la atención telefónica, y sé que varios estarán de acuerdo conmigo, por lo menos Mu ;D

mu dijo...

¡Totalmente!