jueves, marzo 30, 2006

Parchís

La cámara se centra en un de las mesas en penumbra del lujoso comedor principal. A su alrededor, pijas muchachas con vestidos de noche escoltadas por pijos muchachos de smoking hablan en voz queda de aquellos temas para los que los demás no estamos preparados. Llamo un poco la atención con mis pantalones anchos y mi camiseta de Skunk DF, pero me la sopla.

X: ... fui varios días invitado al palco del Caderón.
Y: Pero a cuál, ¿al de Gil?
X: Claro. Z era amigo de Gil además de miembro de la directiva del Atlético de Madrid.
Y: Entonces conociste al gordo, ¿no?
X: Sí claro. Lo he tenido como te tengo a tí ahora mismo, lo que pasa es que él abultaba el doble. Me acuerdo un día que fui a ver un partido, no recuerdo cual, que estuvimos tomando unas copas en el salón que hay justo antes de salir al palco, un salón impresionante por otro lado. Después de los puros y justo cuando empezaba el partido fuimos a nuestros asientos. Y allí estaba yo: Sentado en el palco principal del estadio Vicente Calderón, puro y cubata en ristre charlando con Gil mientras, a unos metros, su hijo, Miguel Ángel Gil, y los dueños de unas bodegas jugaban al parchís... a 100.000 pesetas la ficha comida.

lunes, marzo 27, 2006

Fe

Tengo fe en mis amigos. Los considero personas inteligentes, interesantes e incluso cultas para lo que es el panorama general. Pero a veces me sorprenden:

Kineas says:
http://kineas.no-ip.info
Kineas says:
he subido una movida
Kineas says:
mira a ver si te sale
Þ says:
me sale el bite fight?
Kineas says:
no jodas? y cómo es eso posible?
Þ says:
lo mismo le he dao yo a algo raro
Þ says:
o debe salir eso?
Kineas says:
no sé, mañana probamos otra vez
Kineas says:
^_^U

viernes, marzo 17, 2006

En tres líneas

La gente está loca. ¿Reunirse por miles para beber? ¿Ahogarse en alcohol dándole a la botella con tus amigos? ¿Pillarse un ciego para divertirte con ello? ¿Escandalizados ante algo que ocurre cada fin de semana? Pero por favor, mírense al ombligo, reflexionen y luego no sean hipócritas.

viernes, marzo 10, 2006

Zoología

Hoy voy a cultivaros, lechuguitas mías, endivias del amanecer, con un artículo de zoología. ¿Qué clase de perversión se esconde tras este propósito? Se preguntarán algunos degeneradillos mientras, lascivos todos, se relamen las fauces pensando en qué deliciosos platos de carne describiré. La respuesta es simple: Entretenerme dado que me aburro mucho.

Pero bueno, que me pierdo en los detalles y es tarde. Hoy vengo a hablaros, como os decía, de animales. Del animal más común en la ciudad madrileña y plazas limítrofes a la gran urbe, del bicho más querido por todos en esta fosa común de plataneros derribados en nombre del progreso, venía a hablaros, en definitiva, de la grúa.

Como aproximación pegaré la definición que nos ofrece la RAE, pero como es errónea la depuraremos entre todos. Cito textualmente:

grúa.
(Del lat. grus, gruis).
1. f. Máquina compuesta de un aguilón montado sobre un eje vertical giratorio, y con una o varias poleas, que sirve para levantar pesos y llevarlos de un punto a otro, dentro del círculo que el brazo describe o del movimiento que pueda tener la grúa.

A todos nos resulta obvio que la grúa no es una máquina. Las máquinas necesitan gente que las manipule, gente que las fabrique, gente que las coloque en su lugar. Algo completamente absurdo si tenemos en cuenta que en Madrid hay más grúas que personas (Fuente: Yo). Modifiquemos pues:

grúa.
(Del lat. grus, gruis).
1. f. Animal cochefágico con un aguilón sobre un eje vertical giratorio, amén de una o varias poleas, que disfruta levantando pesos y llevándolos de un punto a otro, dentro del círculo que su brazo describe o de lo que corretee el jodío bicho.

Subsanado el lapsus tremendae de los eruditos, prosigo: Poco se conoce de los orígenes de tan pintoresco animal. Hará unos años, con frecuencia se la podía ver agazapada entre los escombros de las obras cercanas, observando con sus cuadrados ojos tristones cómo poco suelo virgen le restaba para su supervivencia. Pero entonces, salvador, el ilustre Gallardón decidió, pese a la posible pérdida de votos, salvaguardar a tan agraciado especimen. Para ello declaró legal la polución, los atascos, la mala hostia e, incluso, la tala indiscriminada de árboles. Asignó zonas protegidas por doquier, quebrantó cuanto suelo pudo quebrantar, comenzó el entierro de una autopista mientras declaraba que el próximo rallye de Cataluña se correría en la M-30 y convirtió la vida para miles de madrileños en un infierno días tras día en pro de la ecología.

¿No es hermoso que un alcalde se preocupe tanto por un bichete tan adorable? Claro que volver a ver la silueta estilizada de la grúa allá donde vayamos también tiene un precio: Incrementar los impuestos en un 100% en dos años e imponer la zona azul o verde (zonas en que las grúas tienen plena libertad a la hora de mover no sólo bultos, sino también coches de sitio) a toda la zona encerrada en la nueva M-30.

M-30 que, por otra parte, cuando se encuentre enterrada, creará una borde un tanto difuso a la hora de pintar las aceras. Pero no seais paranóicos, mientras la población de grúas se encuentre estacionaria, no será necesario dar divertimentos extra a las grandes manadas de este entrañable animal.

Y ya por último algo que me crispa los nervios y que se viene repitiendo cada vez que se habla de los nuevos proyectos de nuestro queridísimo alcalde: Que vayan a prohibir el acceso de coches antíguos al centro no es por recaudar más impuestos ni favorecer a los que se puedan comprar coche nuevo cada dos años. Es, amigos mios, por mejorar su maltrecha dieta.

lunes, marzo 06, 2006

Papá estado

Leo:


Australia prohibe un videojuego.

El gobierno australiano ha prohibido la venta del videojuego Marc Ecko's Getting Up: Contents Under Pressure (Atari) por fomentar actos delictivos.


Partiendo de la base de que el multimillonario Ecko no me merece ningún cariño por muy jipjopero que sea, la noticia me enerva.

La historia me recuerda por momentos a los peores (mejores) pasajes de alguna novela orwelliana. El gobierno se inmiscuye en la capacidad de discernimiento de los ciudadanos y dicta qué está bien y qué está mal. A qué pueden jugar y a qué no. Qué tienen que comer y qué no (hamburguesa mala, patata frita mala, lechuguita buena, marihuana horrorosa). ¿Qué conseguirán con esto? Que los chavales se lancen desesperadamente a decargarse Ecko de internet pensando que están haciendo algo "malvado" y, en definitiva, darle una popularidad desmedida a un juego que vende (y mucho) gracias a actitudes tan absurdas como la del parlamento de las antípodas.

Y luego se quejan de que bodrios como el carmaggeddon o jueguecillos con aspiraciones como el St Andreas (más de uno ladrará por este comentario pero en fin...) vendan tanto.

Como diría quien yo me sé (aunque en otro contexto): "Ahora que ser malo mola tanto, a los que hemos sido malos todo el tiempo nos tendrían que dar un carnet"