jueves, enero 31, 2008

Homo Estupidus Musicalis

Hoy voy a hablaros de esa especie que se está convirtiendo en excesivamente común en la jungla madrileña: La de los tarados musicales.

Hablo de aquellos que, creyéndose los reyes del mambo, ponen sus estúpidos politonos horteras sonando por la calle (gilipollas), en el bus (más gilipollas) o en el metro (súmmum de la gilipollez) con el altavoz de su estúpido aparatito activado. Los muy cretinos, creyéndose que la gente apreciará su mierda de sonido, su mierda de música y su mierda de móvil, deciden ensordecernos con las melodías más putrefactas (en el sentido amplio de la palabra) haciéndonos tragar con ellas no nos gusten o las aborrezcamos.

Pareceré anticuado, pero ¿qué falta de respeto es ésa que hace que no se den cuenta de que están molestando? Y lo hacen y mucho. Dificultando la lectura a cualquiera que se encuentre en su radio de acción, la escucha de la propia música mediante cascos o incluso la comunicación cuando te encuentras cerca del foco de infección.

Incluso los "artistas" del metro me parecen más soportables. Al menos hacen de su música su modo de vida (o de sacarse unas perras, que para el caso...). Es cierto que también se entrometen y a mí me joden sobremanera debiendo aumentar el volumen del reproductor o cesando mi lectura, pero al menos persiguen un objetivo... ¿Qué objetivo persiguen los otros imbéciles? ¿Molestar? ¿Hacerse notar? ¿Tocar los huevos?

Los odio. Punto.

Está sonando:



miércoles, enero 30, 2008

Espíritu Humano (III)

Otros estudios y experimentos suelen ampliar o conducir a las mismas conclusiones. La congoja que provocó el holocausto en el mundo hizo que se invirtiese gran cantidad de tiempo y recursos en tratar de entender lo ocurrido en Europa durante esos oscuros años. Que el fin último fuese prevenirlo o replicarlo es algo que no tengo nada claro.

Las conclusiones a ese período de nuestra historia no son sencillas de extraer: Por un lado tenemos un estado policial controlado por un gobierno de autoridad ilimitada y por otro a varias decenas de millones de alemanes, algunos con miedo, otros orgullosos y otros simplemente neutros. Los orgullosos balancean a los neutros y los aterrados se aterran aún más cuando notan el enorme apoyo popular del que disponen los demás. Ante esta situación sólo quedan dos opciones: La rebelión o la huida. Y es difícil tomar el primer camino cuando los que lo hacen son asesinados, encarcelados o rebajados y denigrados.

¿Qué hubierais hecho vosotros? ¿Qué hubiera hecho yo? Nunca lo sabremos, pero quiero creer que me hubiese rebelado... al menos hasta (supongo) haber huido.

Está sonando:

martes, enero 22, 2008

Espíritu Humano (II)

Durante los primeros años de la década de los 60, un psicólogo de la universidad de Yale llamado Stanley Milgram dirigió una serie de estudios destinados a comprender el comportamiento de los individuos ante medidas de presión ejercidas por superiores. Lo llamó "Estudio del comportamiento de la obediencia". El experimento en sí consistía en inducir en un sujeto cualquiera comportamientos rayando en lo sádico mediante la simulación de descargas eléctricas a un actor que se encontraba tras una mampara. (La descripción completa del experimento en este enlace).

Las sucesivas pruebas, variando pequeños detalles (sexo del "sádico", distancia entre actor y "conejillo de indias", etc...), arrojaron a la luz resultados que dejaron a los investigadores impactados: En la mayoría de los casos, los sujetos evaluados mostraban reticencias a aplicar las descargas sobre el actor a medida que éste se descomponía de dolor, reticencias que eran aplacadas en un alto porcentaje cuando el doctor que dirigía el experimento exhortaba a la cobaya humana a continuar diciendo frases como "El experimento requiere que usted continúe". Un 65% de los "maltratadores" aplicaron el voltaje máximo, aún cuando el actor ya había simulado el haber perdido el conocimiento.

Aunque el estudio es antíguo, demuestra que somos claramente sugestionables por la autoridad y que, cuando la aprobación de nuestros actos (pese al sufrimiento que provocan) es clara por parte de nuestro entorno, somos perfectamente capaces de actuar de ciertas maneras. Maneras aborrecibles vistas desde el exterior.

Otro experimento psicológico un poco posterior (llevado al cine en la -buena- película alemana Das Experiment) es el Experimento de la cárcel de Stanford. Subvencionado por la Armada de los EEUU para buscar una solución al problema de amotinamientos en las prisiones del país, fue en realidad una (discutible) ampliación del estudio de Milgram mediante el cual un grupo de ciudadanos eran escogidos para representar el rol de guardias de prisión y otro grupo (ambos aleatorios) como prisioneros de la ficticia institución. Durante el experimento, los "guardias" acabaron por vejar sádicamente a los "prisioneros" aplicando desde torturas psicológicas (aislamiento, denuncias...) hasta castigos físicos de severidad variable.

Continuará...

Está sonando:

viernes, enero 18, 2008

Espíritu Humano (I)

Casi todo el mundo conoce algunos datos sobre la II Guerra Mundial. Saben, por ejemplo, que existían dos bandos (en realidad 3 si contamos a los comunistas, como se puede ver en este brillante gif animado de la wikipedia), que uno de ellos era El Eje y que en éste se encontraban los nazis. Saben también que los seguidores de Hitler fueron los responsables del holocausto, que deportaron y exterminaron por millones a ciudadanos alemanes, polacos, húngaros, holandeses... únicamente por pertenecer al "pueblo judío". Pero ni los propios alemanes saben en la actualidad cuál fue el motivo por el cual lo hicieron.

¿Qué conduce a un hombre a cerrar los ojos y no alzarse contra la barbarie de mandar a su médico, a su cocinero, a su músico favorito o a su panadero a la muerte o embargarle sus bienes? ¿Qué fuerza opera para que alguien que no odia a los judios, que no siente animadversión hacia ellos y que incluso está emparentado con ellos los deporte y pretenda su destrucción de la manera más eficiente posible? Nadie lo sabe con certeza, pero en este último caso se puede inscribir Adolf Eichmann.

La vida de Eichmann ha dado para varios libros, el más conocido (que recomiendo encarecidamente) es Eichmann en Jerusalem, escrito por Hannah Arendt, judía alemana emigrada a EEUU durante la guerra. El funcionario alemán, considerado por las autoridades en la materia (y las autoridades judiciales de la época) como el mayor genocida de la historia de Europa, fue el encargado de organizar la llamada "Solución Final". Como se describe en el libro anteriormente citado, Eichmann no era un tipo brillante desde el punto de vista intelectual, no era un sádico deseoso de sangre ni un antisemita declarado. Sólo era un hombre que deseaba la aprobación de sus superiores, la aprobación del poder, y a eso dedicó sus energías durante la dictadura de Hitler. En el juicio celebrado en Jerusalem contra él, se definió en diversas ocasiones como un instrumento, un instrumento del que abusaron sus superiores para la obtención de un fin. Un instrumento, en sus propias y orgullosas palabras, muy eficiente.

¿Es esto lo que le ocurrió a la población alemana? ¿Se consideraban objetos del poder? ¿Por qué aceptaban las órdenes sin cuestionarlas? ¿Por qué las cumplían satisfactoriamente y se complacían en demostrar su eficiencia? ¿Por qué no se rebelaron los judíos? ¿Por qué las autoridades judías colaboraron con los nazis en el recuento y captura de quienes huían? Diversos estudios posteriores, como el propio ensayo de Arendt, intentaron indagar en algunas de estas cuestiones.

Continuará...

Está sonando:


miércoles, enero 16, 2008

Post demasiado largos

Esto iba a ser uno de esos post que podrían dar lugar a unos cuantos libros completos. Supongo que es el problema de los blog: Si escribes algo demasiado extenso nadie se molestará en empezar a leerlo. Sería muy pretencioso por mi parte creer que alguien ocuparía muchos minutos de su tiempo en la lectura de algo escrito por mí. De creer lo contrario me haría escritor y, consecuentemente, abandonaría la aburrida vida de oficina por otra más divertida de jolgorio y puros... Me estoy yendo por las ramas.

Como decía, el post original me salió muy largo y un resumen me pareció absolutamente insulso, así que decidí separarlo en partes e intentar que todas tuvieran coherencia y en ello estoy ahora mismo. El siguiente post será la primera, que os guste.

lunes, enero 14, 2008

Esos pobres diablillos...

...que son los jóvenes. Les crias, les das todas las oportunidades, (dibujo, ballet, tenis, fútbol-sala, escuela de idiomas, manualidades, karate, conservatorio...) y luego los muy desgraciados salen vagos. Los más, con 25 años y viviendo en casa, los otros gastando todo lo que ganan, sin ahorrar ni un ápice y pidiendo dinero a nosotros los padres a final de mes cuando no llegan, que es casi siempre.

Si es que en el fondo quizá les malcriamos. La mayoría han vivido como reyes, con infinidad de juguetes, artilugios novedosos y el amor y comprensión incondicional de sus progenitores. Antes sí que era duro, desde los 18 años dejando gran parte de lo ganado en el trabajo en casa, para mantener a nuestro número ilimitado de hermanos, olvídate de salir, olvídate de seguir estudiando o de disfrutar de la vida... Oh, pero lo hacíamos, la disfrutábamos. Ahora no se esfuerzan y sólo quieren convertirse en funcionarios, vivir del cuento o trabajar lo menos posible.

¿Y los más jóvenes? Analfabetos profundos, incapaces de redactar el más mínimo texto sin cometer faltas ortográficas, sin respeto por los mayores en su vida diaria, adictos a todo tipo de sustancias ilegales y tecnologías perniciosas como internet o los móviles. Con un enorme vacío cultural y social que no les permite demostrar interés por las cosas importantes: El arte, la literatura, la política... Patéticos remedos de ser humano, egoistas y narcisistas hasta la extenuación.

(...)

A veces me olvido de lo fácil que lo tenemos y lo hemos tenido, de lo ineptos, inútiles y hedonistas que somos... Pero entonces me paro delante de una inmobiliaria y me da la risa.

Está sonando:

domingo, enero 06, 2008

Memoria histórica

Esos pueblos madrileños, colmados de buena gente y anclados en el pasado, lugares en los que el tiempo no transcurre y todo parece criogeneizado desde hace 33 años. Esos pueblos, decía, ofrecen bellas estampas como las que siguen:

J.A. esculpido a sangre y fuego
Sita en la fachada de la iglesia del pueblo (no podía faltar). Cerquita del ayuntamiento y en pleno casco antíguo. La calle en la que se encontraba tan magno monumento es la que puede verse en la siguiente foto.

Honorando al salvador de la patria

Siento la calidad de las fotos, era un móvil en día oscuro (en esta última foto llovía). Por lo demás, un fin de semana magnífico.

Está sonando:


viernes, enero 04, 2008

Iglesias

Admiro las iglesias, catedrales y demás monumentos eclesiásticos antíguos, de verdad lo hago. Me parecen edificios magníficos demostración de la capacidad constructiva del ser humano y de la condición esclavizadora de la Santa Madre Iglesia. Lo que no acabo de entender es por qué en pleno siglo XXI sigue habiendo curas dentro.

Oh, es cierto que sus antepasados curas atesoraban esos edificios porque, o los habían pagado, o eran el producto de los regalos de algún cínico e inculto noble, siempre dispuesto a pagar su absolución exprimiendo un poco más al vulgo.

Pero digo yo... esos edificios tienen que ser caros de mantener, ¿no? Quiero decir, cada pueblo por remoto que se encuentre tiene, además de un bar, una iglesia. Ésas son muchas iglesias que mantener y no nos olvidemos que el cepillo ya no es lo que era en épocas más oscuras. Menos mal que para éso está Papá Estado inyectando cada año 30 millones de Euros a las arcas católicas y concediendo la posibilidad de que los fieles destinen un 0,5239% a la sacrosanta institución -si marcan la casilla (in)correcta- en sus declaraciones de la renta anuales.

Y digo yo, si la iglesia no es capaz de autofinanciarse ¿por qué tengo que pagar (indirectamente, con esos 30 kilitos de nada) yo los sueldos de esa gente? ¿No sería más lógico que los creyentes católicos pagasen una cuota para mantenimiento, sueldos y demás directamente a San Pedro y Cia? Yo pagaría gustoso el porcentaje y algo más para mantenimiento de los edificios siempre que los mismos se destinasen a bibliotecas, centros de ocio o cualesquier uso laico que considere la administración necesario. Éso sí, que se lleven los muebles cuando cierren la puerta.

La paquidérmica iglesia tiene una estructura absurdamente inmensa para la cantidad de fieles que atesora (y atesorará), y que tengamos que pagársela los españoles me parece todavía más estúpido.