miércoles, septiembre 05, 2007

Para Ignacio

Hoy perdí el móvil. Me di cuenta tras machacar a unos pardillos en el futbolín y emprender el regreso a la oficina. Lo había dejado no lejos de allí, en la terraza del restaurante en el que había comido.

La lógica alarma inicial dio paso a un momento de cinismo muy típico en mí. "De todas formas mucho se lo tienen que currar para llevarme un susto en la siguiente factura" pensé, desvergonzado. Acudí al lugar en el que perdí su rastro acompañado de mi fiel escudero GIxmo y nadie sabía nada del susodicho (del móvil, no de GIxmo). Me llamé usando el móvil de éste. Responden.

-"¿Sí?"
-"Hola, ésto es extraño, pero tienes mi móvil"
-"¿Luis?"
- (¿?) "El mismo"
- "Acabo de hablar con tu madre" (¿?) "Estoy en el bloque 15a, al final de las escaleras mecánicas y claro, tengo tu móvil. ¿Puedes venir ahora a recogerlo?"
-"Sí, sí, en 30 segundos estoy ahí".
-"Vale, te espero".

Un minuto más tarde había recuperado el terminal y me dirigía con una sonrisa de oreja a oreja a la oficina. Aún queda gente elegante en este mundo. Gracias Ignacio.

1 comentario:

Laura dijo...

jajajaja qué suerte tienes!!!

¿Leiste lo de aquella prueba que hizo una empresa para ver cómo era la gente en distintos países? Djearon 500 terminales de moviles perdidas, y luego vieron cuántas habían sido devueltas a la poli, España no estaba en los puestos más honestos, pero tu topastes con uno de los buenos.

Un besote guapo, menos mal que recuperaste el móvil!!!