Me voy de modo punk-deprimente-yonki a tomar por culo, con mi inseparable peluche gIszmo y nuestro protector y guía espiritual el traficante. Sólo espero que el cansancio no nos pase demasiada factura cuando el jefe de línea se pase por la oficina el Lunes... Me sentiría terriblemente triste si no puedo escupir las cosas que opino sobre su (terrible) gestión.
De momento gIszmo ya la ha estado liando en el tren y en el curro. Espero que no nos paren los siviles.
1 comentario:
Tío, te la estás jugando. Espero que el traficante no vea su foto (en la que se distinguen perfectamente sus rasgos) por inet. Madre mía, como me pone, con ese fusil...mmmmm tiene un pasamontañas que le comía tol... :D
Vamonó pa Caí neneh!
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