-Político. El más obvio y aburrido. Por todos es sabido que en poco tiempo tendrán lugar las elecciones a la comunidad y nada mejor que intentar que unos cuantos pescadores piquen el anzuelo.
-Zoológico. ¿Qué nuevas especies pueden llegar a surgir del lodo contaminado que es en la actualidad nuestro río? Sus costumbres y flujos migratorios podrían ser de gran utilidad a la hora de entender, uhm, algo. Los especímenes con 18 aletas dorsales, 4 caudales y 3 ojos serían importantísimos para confirmar las ideas de Darwin.
-Culinario. ¿Nuevos sabores, como el del petróleo o el alquitrán en nuestra mesa? De momento es sólo pesca deportiva... pero quién sabe. Si los bichos sobreviven en el contaminado lodazal, quizá nosotros sobrevivamos a semejante cuchipanda.
-Espeleológico. Teniendo en cuenta la afición por los agujeros de nuestro alcalde (los del suelo, no seáis mal pensados), es probable que disponer unos cuantos peces en las inundaciones de la nueva M30 o en las muchas oquedades presentes sobre el cemento podría darnos información sobre la red de alcantarillado de la urbe y cuevas del tesoro diversas.
-Paranormal. Si son ciertas las palabras de la oposición, ¿qué peces pretende nuestro magnánimo regente que sean pescados, si hace dos años que no se ve ninguno? ¿Quizá todo esto sea para filmar la tercera parte de los Cazafantasmas? Ghostbusters III: Pánico en el Manzanares.
Está sonando: Los ruiditos del Meebo
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