El concierto fue impresionante. Empecé modosito puesto que iba solo y no era plan llegar arrasando, así que los dos primeros temas (de su último disco, El año del Dragón) los disfruté con lentitud y ritmo pausado. Tras este opening inusitadamente lento para lo que es su discografía, el showman Germán nos obsequió con unas palabras, enrollándose con el público y metiéndoselo (más) en el bolsillo al afirmar que ya estaba deseando estrenarse en su ciudad natal, Madrid.
Luego anunció que tocarían unos temas del Neo... y ahí se descontroló todo. Los saltos, botes, empujones, rabia mal contenida, de Cirkus y sucesivas acabaron arrastrándome hacia el centro del escenario a una tercera que se convirtió en segunda y finalmente en primera fila justo en el centro, a apenas un metro del cantante. A mi derecha la esposa/novia de Germán con un grupo de amigas, a mi izquierda dos tios enormes que me cubrían el flanco... boté, canté, aullé, me lo pasé como un enano.
Una enorme potencia de sonido, los músicos saltando y disfrutando con la música, el público entregado y una calidad increible en los acordes convirtieron cada uno de los temas tocados en auténticas joyas de pura adrenalina que colmaron mis más altas expectativas. Cabe destacar el momento en que tocaron clásicos de la banda como Anestesia o El Cuarto Oscuro y la emotiva Nada Será Igual, canción-homenaje al atentado del 11M, interpretada con gran suavidad y escuchada con melancolía y amargos recuerdos por todos los que estábamos presentes.
Al final del concierto charlé unos minutos con Pepe DF, el bajista del grupo, que me echó muy amablemente una firmita para mi niña, auténtica fan de Skunk y semilla de mi afición por el grupo. Gracias bichete.
Un 10 Skunk DF. Increibles.
Está sonando: Atrocity - Ichor
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