Cuento, además, con la pronta compañía de mi señora y de mis gatos. Que en una decisión harto valiente han decidido que no me vaya solo. Bueno, no es que los gatos hayan podido decidir gran cosa, pero de esto mejor que no se enteren hasta última hora... pocas cosas hay más peligrosas que un gato encabronado.
Aquí en Madrid dejo a mucha gente que valoro y quiero. Dejo un puesto de trabajo que, dicen, está bien pagado. Dejo además una vida cómoda en un piso bonito. Dejo, en definitiva, una vida hecha. Dejo, en definitiva, el amodorramiento.
Me decía un buen amigo que soy un tipo inconformista. Creo sinceramente que acertó de pleno. Es una mierda que de tanto miedo serlo.
2 comentarios:
Ese miedo del que hablas ya se habrá pasado al llevar unas horas acostumbrado a tu nueva realidad. Eso tenlo por seguro :) No hay nada mejor que una buena aventura para poder contar a los amigos :)
Mucho ánimo desde tu querida Spain!
Con eso cuento.
:)
Muchas gracias Jorge.
Publicar un comentario