Uno de los pioneros fue el bueno de George Clooney. El actor decidió un día prescindir de gatos y perros para pasarse al lado jarcor de los sostenedores de mascotas y el resultado fue adoptar esto:
¿Y por qué cuento todo esto? Porque estoy prácticamente sin trabajo en la oficina desde hace dos días y, o hago algo al respecto, o se me pira la pinza del todo.
PD: Desconozco si afilarán los dientes con los sillones.
Está sonando:
3 comentarios:
Uhm... me gustan, jeje, pero no creo que Coco se llevara muy bien con él, además de que nos veríamos en la tesitura de elegir entre el cerdo y nuestro espacio vital.
Aunque quizás otro gatito...
:p
Hombre, yo en cuanto a convivir con animalejos, soy un poco convencional, y prefiero un perro. Pero no me disgustaría un bichejo de éstos, dicen que son muy inteligentes, lo malo es que te tiene que machacar el suelo con las pezuñas... no sé, no sé...
Na, prefiero un perro.
Naaa, no tenéis ni puta idea, lo mejor es tener un monete. Sin duda, vamos.
Eso si, la ventaja de tener una charcutería andante en casa es difilmente compensada por ningún otro animal de compañía.
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