jueves, mayo 03, 2007

Despojos

Miré en derredor y apenas vi nada, llovía. Mis compañeros de fechorías estaban hechos mierda. 400 kilómetros: 8 horas. Clavamos la bandera y discutimos el curso de acción; nada parecía demasiado halagüeño. Aún así, la testosterona nos impedía hincar la rodilla. Empezaba el infierno.

Unas 72 horas más tarde aún estábamos vivos, o en un estado que se parecía lo bastante como para poder movernos. Miles de anécdotas, muchos conciertos, mucha mierda para el cuerpo y una extraña sonrisa en la cara pese a las magulladuras y el cansancio. No se puede decir que haya sido sencillo, pero desde luego sí ha sido algo memorable.

Gracie chavales, no olvidéis que el número mágico sigue siendo el tres... verde.

Está sonando: Elis - Tales from Heaven or Hell

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