jueves, marzo 30, 2006

Parchís

La cámara se centra en un de las mesas en penumbra del lujoso comedor principal. A su alrededor, pijas muchachas con vestidos de noche escoltadas por pijos muchachos de smoking hablan en voz queda de aquellos temas para los que los demás no estamos preparados. Llamo un poco la atención con mis pantalones anchos y mi camiseta de Skunk DF, pero me la sopla.

X: ... fui varios días invitado al palco del Caderón.
Y: Pero a cuál, ¿al de Gil?
X: Claro. Z era amigo de Gil además de miembro de la directiva del Atlético de Madrid.
Y: Entonces conociste al gordo, ¿no?
X: Sí claro. Lo he tenido como te tengo a tí ahora mismo, lo que pasa es que él abultaba el doble. Me acuerdo un día que fui a ver un partido, no recuerdo cual, que estuvimos tomando unas copas en el salón que hay justo antes de salir al palco, un salón impresionante por otro lado. Después de los puros y justo cuando empezaba el partido fuimos a nuestros asientos. Y allí estaba yo: Sentado en el palco principal del estadio Vicente Calderón, puro y cubata en ristre charlando con Gil mientras, a unos metros, su hijo, Miguel Ángel Gil, y los dueños de unas bodegas jugaban al parchís... a 100.000 pesetas la ficha comida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bah, esos apenas pasan de aburguesados. Yo de jovencito jugaba a los chinos con mi colección de Lamborghinis...

Kineas dijo...

Pues teniendo en cuenta la cantidad de ellos que tienes ahora, debiste perder unos cuantos.

Anónimo dijo...

Sí, por ahora he tenido mucha mejor suerte con la ruleta rusa que con los chinos.

Kineas dijo...

Bueno, es que a ti las rusas se te dan bastante bien.

:P