Dos caras, dos sensaciones

Supongo que ese es el sabor de boca que te queda cuando asistes a algo similar a lo que vivimos ayer en La Cubierta de Leganés. Así que prefiero separar bien ambas partes, no me parecería justo que la una salpicase a la otra injustamente.

Preámbulo:
Nos acercamos al punto nádir de la estación Leganés a golpe de twingo tras soportar con estoicismo los problemas de tráfico de Madrid acrecentados, como no, por la lluvia que caía copiosamente sobre la capital mesetaria a esas horas de la tarde-noche. En el vehículo motorizado íbamos Elmoroloco y un servidor.

Tras unos tres cuartos de hora, llegamos a nuestro destino sin más problemas que los ya mencionados debido, en gran medida, a las indicaciones de Lou (merci mon amour) y a las indicaciones viarias propiamente dichas que, por fortuna, abundan en Madrid. No había demasiado tráfico en los alrededores pero lo que sí ya había era una enorme cola a la entrada del recinto. Faltaba todavía una hora para la apertura de puertas. Eran las 19.40.

Compramos un poco de bollería industrial en un supermercado cercano (te debo eurillos Yaser) amén de unos zumos y un yogourt batido... no dejaba de ser curioso ver a la gente pertrechándose con ahinco de litronas de cerveza y demás néctares alcohólicos mientras nosotros nos sentábamos en un banco a beber zumo y comer donuts. Cosas de la vida. Después de comer dimos una vuelta por los alrededores, rodeamos el recinto (recordé mi Eurometal 99 :) ) y finalmente nos pusimos a hacer cola. En media hora estábamos dentro.


Devil face:
Antes de entrar la primera sorpresa. Ni un sólo cacheo para detectar cámaras u móviles multimedia desos. Me figuré que llenarían La Cubierta de humo y no anduve equivocado; de todos es sabido que al realizar una foto con flash, si hay humo blanco por enmedio, el flash rebota en él y "ciega" la cámara. Bueno, de todos no, los numerosísimos advenedizos que se dieron cita en el coliseo legañoso parecían desconocerlo porque se daban cabezazos cada vez que hacían una foto a sus ídolos y no se veía un carajo en la vista preliminar... en fin, historias para no dormir.

A la Cubierta se entra a través de un pequeño pasadizo de unos 10 metros escasos que pasa por debajo de las gradas y durante el cual se apostan los encargados del merchandising de los grupos que tocan la noche en cuestión, en la pared un par de carteles mostraban una noticia inquietante: El cantante de Sonata se había quedado sordo, mudo o algo de eso y el grupo finlandés no podría tocar esa noche. Pensé que el cartel lo habría puesto algún gracioso y descarté por completo que fuese algo real.

Crasso error.

Una hora después de abrir puertas, Mr RafaBasa en persona (www.rafabasa.com) anunció, junto con unos cabizbajos Sonata Arctica en pleno, que Tommi, el cantante, (creo que es Tommi) se había quedado sin voz y que el grupo no tocaría esa noche. Yo pensé que estarían de guasa, tenía unas ganas horribles de ver a Sonata en directo, muchísimas más que de ver a NightWish y no podía creer que nos estuviesen avisando en pleno acto presente que lo que llevabamos tiempo esperando no ocurriría y más teniendo en cuenta que la entrada no era en absoluto barata (27 eurazos).

Y yo me pregunto.. ¿Qué pasa con el dinero que supuestamente se lleva Sonata de esa entrada? ¿Siguen quedándoselo a pesar de no tocar? Si es así me parece cojonudo, lo han intentado y no han podido, se han comido miles de kilómetros y por causas de fuerza mayor nos hemos quedado con las ganas de verlos. Mejor no verlos que verlos hacer el ridículo con un cantante ronco, estoy dispuesto a renunciar a eso, pero... ¿y la parte correspondiente a la SGAE? ¿Nos han cobrado por NO ESCUCHAR una música? No sería la primera vez que lo hacen, pero siempre se me antoja ridículo pensarlo. No ha habido compensaciones, no ha habido otro grupo que haya salido en su lugar y no han avisado con ninguna antelación. Hay casos de gente que se ha comprado la entrada esta misma noche para luego descubrir que Sonata no tocaba... acojonante. ¿Daños y perjuicios? ¡Ja! Y lo peor de todo, aguantar a RafaBasa durante una hora pinchando la música que le gusta, la de sus amigos (avalanch p.ej.), o la que más le paguen por poner, además de haciendo publicidad de su festival a celebrar en Diciembre. Como diría quien yo me sé: Aluciflipo.


Angel face:
Poco se puede decir de Nightwish salvo que salvó la noche. Todos y cada uno de los músicos que componen esta banda son impresionantes. Poco se les puede reprochar si es que se les puede reprochar algo, y sólo palabras amables hacen justicia a este pedazo de grupo y la pedazo de actuación de la que acabo de salir. ¿Lo más impresionante? Bajo mi punto de vista, las voces de los cantantes y en segundo lugar ese pedazo de batería monstruoso. Me gustó particularmente la voz de él en temas como "I wish I had an angel" que cerró el concierto o "Phantom of the opera" curiosa y muy currada versión del clásico del musical de mismo nombre. Ella increible, claro, su voz de mezzosoprano con unos bajos impresionantes hacía vibrar la plaza de toros en todos y cada uno de los temas que cantó.

¿El público? Ñoño y pijo. Jamás he visto tantas parejas en un concierto, el macho protegiendo a su hembra ante los empujones de los machos colindantes, tanta gente en las grada sentados (¿Sentados? ¿En un conciertazo jevi? Para flipar) como en la arena botando, tios surgidos de sabe Dios dónde con jerseys de cuello de cisne (O_o o_O), tontit@s por doquier con sus digitales intentando sacarle fotos al humo, y un largo etcétera de desaguisados que prefiero olvidar. Es la primera vez que estoy en un concierto de éstos en el que me OBLIGAN a ir hacia las primeras filas porque hay más gente queriendo salir que queriendo entrar en ellas.

Es el precio que hay que pagar por la masificación del heavy metal y el efecto evanescence. (El público me recordaba por momentos al que fue a la Riviera aquella fatídica noche de Octubre hace ahora un año).

Muchos saludos, muchos besos y hasta más ver.