Triste es ver cómo se pervierte el espíritu del 15M en la principal acampada española. Me decía Crazy Horse que a medida que la semana avanzaba la concentración iba perdiendo colores para hacerse apolítica. A mí me daba justo la sensación contraria, pero entiendo que él estaba mejor informado ya que hasta pasó allí alguna noche.
No sé, quizá haya sido Twitter que me ha sorbido el coco, pero viendo las actividades propuestas por la acampada este último día, la lista de exigencias colgadas en su web, y el tipo de mensajes que últimamente desfilaban por su cuenta de la red social, creo que tengo fundados motivos para decir que han perdido el norte. Y que no han tardado ni un par de días en hacerlo.
A mí personalmente, las magufadas (reiki, biodanza, etc...) me apestan tanto como la religión, hasta el punto que las meto en el mismo saco: tonterías. Y de la misma manera que no entendería que se montase una capilla, no entiendo por qué hay una carpa de lamagufadadeturno en la manifestación.
Pero voy más allá: no entiendo por qué hay una carpa de feminismo en la manifestación, no entiendo por qué hay un programa político en @acampadasol y, rizando el rizo, no sé qué coño siguen haciendo en Sol acampados.
El domingo se agotó la fórmula. Punto final, retirada a casa. Éxito sin precendentes. ¿A descansar? Ni de coña. A seguir haciendo historia, movilizando a la gente pero de otro modo. ¿Por qué no convocar, por ejemplo, una manifestación a nivel nacional dentro de un mes en Madrid? O en Barna, me da igual, sólo que Madrid está en un punto medio. ¿De verdad tenían que prolongar algo tan bonito de este modo? ¿Haciendo de Sol una casa okupa? Joder, no es el momento de eso, es el momento de llegar a un acuerdo entre los miles de manifestantes de diversas ideologías para intentar llegar a un consenso de mínimos y aglutinar la mayor fuerza posible de cara a futuros actos.
Cojones, gente, que Camps vuelve a tener mayoría absoluta en Valencia. Es simplemente vergonzoso que no se prime evitar ese tipo de cosas mediante la concienciación y movilización ciudadana antes que conseguir que todo el mundo sepa arreglar su bicicleta.
Y no soy yo el único que lo piensa.
No sé, quizá haya sido Twitter que me ha sorbido el coco, pero viendo las actividades propuestas por la acampada este último día, la lista de exigencias colgadas en su web, y el tipo de mensajes que últimamente desfilaban por su cuenta de la red social, creo que tengo fundados motivos para decir que han perdido el norte. Y que no han tardado ni un par de días en hacerlo.
A mí personalmente, las magufadas (reiki, biodanza, etc...) me apestan tanto como la religión, hasta el punto que las meto en el mismo saco: tonterías. Y de la misma manera que no entendería que se montase una capilla, no entiendo por qué hay una carpa de lamagufadadeturno en la manifestación.
Pero voy más allá: no entiendo por qué hay una carpa de feminismo en la manifestación, no entiendo por qué hay un programa político en @acampadasol y, rizando el rizo, no sé qué coño siguen haciendo en Sol acampados.
El domingo se agotó la fórmula. Punto final, retirada a casa. Éxito sin precendentes. ¿A descansar? Ni de coña. A seguir haciendo historia, movilizando a la gente pero de otro modo. ¿Por qué no convocar, por ejemplo, una manifestación a nivel nacional dentro de un mes en Madrid? O en Barna, me da igual, sólo que Madrid está en un punto medio. ¿De verdad tenían que prolongar algo tan bonito de este modo? ¿Haciendo de Sol una casa okupa? Joder, no es el momento de eso, es el momento de llegar a un acuerdo entre los miles de manifestantes de diversas ideologías para intentar llegar a un consenso de mínimos y aglutinar la mayor fuerza posible de cara a futuros actos.
Cojones, gente, que Camps vuelve a tener mayoría absoluta en Valencia. Es simplemente vergonzoso que no se prime evitar ese tipo de cosas mediante la concienciación y movilización ciudadana antes que conseguir que todo el mundo sepa arreglar su bicicleta.
Y no soy yo el único que lo piensa.