El humor salta a los parqués de la bolsa. Adam Smith se estaría tirando de los pelos (o medicando con prozac) si viese cómo el intervencionismo estatal está salvando la economía que él precognizaba.
Me entero ahora que Morgan Stanley, entidad que basa su actividad en gestionar inversiones y analizar mercados para terceros, puede ser salvada de la quiebra por capital público chino.
¿¡WTF!? ¿El Partido Comunista Chino al rescate de Wall Street? Por favor que alguien traiga las cámaras, esto es mejor que una película de los Monty Python. Habíamos visto a los Estados Socialistas de América inyectar capital a cambio de acciones, (vamos, exactamente lo que hacen los dirigentes de américa latina, ésto es: nacionalizar) en los grandes bancos del país. Pero que lo hagan los chinos tiene pelotas. Pronto veremos a Hugo Chavez lanzar una OPA (hostil, claro) sobre lo que queda de Lehman Brothers, al tiempo.
Siguiendo con lo mismo. ¿No os parece increíble el doble rasero de los bancos mundiales cuando, hace casi dos décadas, Hyunday Electric (y otros en su país) estaba al borde del colapso y el gobierno koreano intervino para salvarlo? Entonces los grandes bancos centrales mundiales, indignadísimos ellos, exigieron a su homólogo koreano que no pagase la deuda de su emergente tejido industrial sopena de cancelar sus ayudas y créditos.
Es increible cómo los neocon han conseguido convencernos de que, por el bien de todos, hay que socializar las pérdidas pero no las ganancias cuando el que se pega el batacazo es el gobernante del mundo y no un país emergente asiático.
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