Hasta aquí todo bien (recomiendo hacer un esquema con lo dicho hasta ahora para no perderse), así que compliquémoslo un poco más:
Aparecen en escena X e Y, que también están juntos. Por supuesto también aparecen C y K, que nadie sabe exactamente qué están haciendo en este embrollo y ni tan siquiera por qué los nombro ya que forman parte del decorado.
Unas sangrías después la situación se recompone: T deja de estar con U y W con Z. W y V buscan la tienda de submarinismo más cercana, Y se deja el sueldo en pañuelos y teléfonos y X y R desaparecen de la escena apareciendo en un lugar muy lejano.
Unos días más tarde, todos excepto Y dejan de estar en el lugar de la explosión, R deja de estar con S y a T se le iluminan los ojos mientras suda como un pollo.
Pongamos que... hablo de Madrid.
Está sonando: Joaquin Sabina - Pongamos que hablo de Madrid