Navegando por las praderas conquenses con nuestra Enterprais particular, fuimos hechos prisioneros por una manada de orcos que respondían al poco cívico nombre de MIG (Men In Green) acusándonos, injustamente, de un exceso de velocidad y alcoholemia que jamás cometimos. El hecho de que el alcohol ingerido durante nuestra estancia en tierras alicantinas aun no hubiese sido asimilado por nuestro maltrecho cuerpo, no significa que estuviesemos ebrios en susodicho momento. Mientras nuestros abogados ultiman el recurso que intentará sacarnos de la cárcel, aquí os dejo una foto del momento en que los hechos se precipitaron.
Desde el cyber de las mazmorras del cuartelillo, un saludo.
Está sonando Latino Diablo - La puerta del miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario