martes, junio 22, 2010

Atapuerca

El sábado sonó el despertador de buena mañana. Habíamos quedado para coger un bus a las 8.30 y el madrugón era obligatorio. A regañadientes me arrastré hasta debajo de la alcachofa y luego a comer algo para, a la hora pactada, salir por la puerta de casa. Había empezado el viaje a Atapuerca.

A lo largo de mi vida he cogido muchos buses, desde luego los suficientes para saber que las 7 horas que me esperaban entre ida y vuelta iban a ser muchas horas. Pero el plan B (ir en moto hasta alli y luego sumarme) no cuajó por falta de planificación y "presiones" externas varias. Da igual, llegamos.

Por la mañana la excavación bulle en actividad. Numerosos científicos y sus equipos de estudiantes/contratados charlan por las distintas localizaciones de la sierra. Hay también unos cuantos grupos de turistas que, como el nuestro, asisten complacidos a las explicaciones del guía que les ha tocado en suerte.

Los primeros pasos con ¿Eva? nos lleva a valorar en su justa medida lo que allí se hace. En Atapuerca sólo se trabaja durante dos meses al año pero durante ese periodo se extrae tal cantidad de muestras, que el resto del año el equipo se dedica a limpiarlas y clasificarlas correctamente. No existe en Europa un yacimiento de estas proporciones. No en vano, uno de los directores de la excavación afirma que allí se jubilarán niños que aún no han nacido.

Durante el periplo matutino observamos desde la barrera las distintas zonas en las que se está trabajando mientras nos cuentan qué se ha encontrado y las conclusiones/teorías sobre ello. Nos explican que en aquellas cuevas han habitado hombres y homínidos (al menos pre-neanderthales y antecessor) desde hace más de un millón de años, lo que puede parecer mucho, pero es una birria en términos geológicos según se puede seguir de la analogía del reloj. En general la cháchara resulta interesante aunque yo, pedante como soy, hubiese preferido algo un poco más técnico.

La tarde, tras una opípara comida en el pueblo homónimo, nos llevó hasta el parque temático de Atapuerca. En un recorrido para toda la familia, otra guía (cuando dijo el nombre estaba hablando por teléfono) nos contó la evolución de los homínidos desde el antecessor hasta el sapiens sapiens, permitiendo a los valientes que quisieran probar a crear bifaces, hacer fuego o disparar con arco a un jabalí de mentira. Como podéis suponer, yo me limité a observar. Un recorrido interesante y muy didáctico aunque nuevamente (percepción personal) muy básico.

Recogemos y de vuelta al poluto Madrid. Desde luego es una salida muy recomendable, tanto si sabes algo del tema como si lo ignoras absolutamente todo. Incluso mejor si estás en el segundo grupo.

2 comentarios:

西雅图陈彤 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
mu dijo...

No sabía que habías estado por allí. Una buena amiga ha estado trabajando en el equipo de Arsuaga y ahora irá de nuevo unos días a excavar. No todos los estudiantes de geología son unos ineptos como yo... los hay incluso eminentes...

Me alegro de que disfrutases ;)